Método Educativo Montessori



Educadora, científica, médica, psiquiatra, filósofa, psicóloga, devota católica, feminista y humanista Italia, cuya principal aportación a la educación fue su método pedagógico.




Para María Montessori, los niños absorben como “esponjas” todas las informaciones que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria. El niño aprende a hablar, escribir y leer de la misma manera que lo hace al gatear, caminar , correr, etc, es decir, de forma espontánea.

El método Montessori, se basa en el respeto por el niño y su capacidad de aprender, donde el gran objetivo de la escuela es el cultivar en sus alumnos el deseo natural por aprender. El maestro ejerce una figura de guía, que potencia o propone desafíos, logrando que los alumnos sean participantes activos de su enseñanza y aprendizaje. Entre sus principios destacan la libertad, la actividad y la individualidad.

Las cuatro áreas del método Montessori:

Vida práctica: Ayuda al niño a desarrollar coordinación, concentración, independencia, orden y disciplina. Abarca los ejercicios para la relación social, la tolerancia y la cortesía, el control perfecto y refinamiento del movimiento.
Educación sensorial: Se refiere al desarrollo y al refinamiento de los cinco sentidos: vista, sonido, tacto, olor y gusto. El propósito de los ejercicios es educar los sentidos, así el niño puede aprender sobre el ambiente y ser capaz de discriminar sus aspectos más sutiles.

Habilidades de la lengua, lectura y escritura: El primer paso hacia la lectura y la escritura es sensorial. Los niños utilizan su dedo índice para conocer sensorialmente cada letra a través del uso de letras contorneadas con papel de lija; esto les ayuda a reconocer las formas geométricas, al mismo tiempo que desarrolla su destreza y aprenden las letras fonéticamente. Luego, se sustituye el dedo por un lápiz, para más adelante lograr escribir; siempre con la premisa de que el aprendizaje de la lectura y la escritura se logra en el niño de forma natural.

Matemáticas, introducción a los números: Una vez más la introducción a los números y a las matemáticas es sensorial. El niño aprende a asociar los números a las cantidades, trasladándose gradualmente a formas más abstractas de representación. La educación temprana de este sentido, ayuda al niño a poner la base para la lectura y el aprendizaje de las matemáticas. Las actividades desarrolladas con los materiales sensoriales hacen que el niño pase “de lo concreto a lo abstracto” y le ayude a discriminar tamaños, colores, formas, peso, etc.

“La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.”



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